Hipermirador Barcelona es la primera parada de la visita a Mirador torre Glòries. Un mirador ubicado en la base de la torre, en la planta –1. Un mirador… sin ventanas.
Se trata de un espacio dinámico formado por instalaciones artísticas elaboradas a partir de la recopilación de datos de Barcelona en tiempo real.
La visita a este espacio permite disfrutar de la belleza del big data de Barcelona y descubrir miradas sobre la ciudad que nos son desconocidas. Observándola más allá de lo que vemos a simple vista, podemos entender Barcelona como un ser vivo que tiene un pulso que marca nuestra manera de habitarla.
Una urbe es mucho más de lo que se puede percibir. Es un entorno dinámico de relaciones, transacciones y flujos. Hipermirador Barcelona presenta la ciudad como un organismo vivo que late, con unos ritmos y ciclos en los cuales se entrelazan personas, ecosistemas, infraestructuras y tecnologías. Una mirada al conjunto de fricciones, interacciones y sistemas de los cuales dependemos para vivir, y cuya sostenibilidad depende, a su vez, del uso que hagamos de él.
En Hipermirador Barcelona se combinan arte, música, tecnología, divulgación científica y audiovisuales cinemáticos de gran formato. Algunas de estas piezas de data art están en permanente cambio porque se alimentan, en parte, con los datos en tiempo real que generan los sistemas y las infraestructuras de la ciudad.
Este sorprendente mirador está conformado por cuatro instalaciones.
Esta pieza es el prólogo de Hipermirador Barcelona y está concebida para mostrar nuevas maneras de percibir y leer la ciudad. Un dispositivo que, a partir de una mirada caleidoscópica, recorre diferentes frecuencias de Barcelona. Al igual que el sintonizador de una radio, da a entender que el ancho de banda de la ciudad es mucho más extenso, como la mirada que ofrece Hipermirador Barcelona.
Sus imágenes muestran texturas y patrones arquitectónicos, gráficos y también naturalísticos de Barcelona. Imágenes que, más que explicar, sugieren.
Barceloneses es un bosque de delicadas esculturas de papel que permite explorar la ciudad a través de la diversidad de especies que la habitan. Aquí se cuentan las historias de los no humanos, que también son vecinos de Barcelona; su lugar en la historia de las tradiciones de la ciudad; y las interdependencias que las personas establecemos con ellos.
Este discurso no antropocéntrico de la ciudad pone el foco en los demás ciudadanos y refuerza la idea de que no se puede explicar Barcelona sin incluir el polen, las medusas, las múltiples especies de aves e incluso el microbioma urbano.
Las figuras son obra de Joan Sallas y Xiaoxian Huang, artistas, referentes mundiales del papel plegado y estudiosos del origami. Un total de 132 piezas, todas de papel y llenas de detalles, a modo de evocación poética de las especies que representan.
Algunas de las figuras se acompañan de una pantalla con un poema visual breve en el que las especies nos hablan en primera persona.
Espectacular proyección envolvente de gran formato: 27 metros de largo x 4 metros de alto. Sus contenidos están relacionados con aquellas dimensiones de la ciudad que no están fuertemente geolocalizadas y cuya actividad representada no tiene mejor expresión en un mapa. Es, en cierto modo, una captura de los diferentes tipos de atmósferas de Barcelona, en algunos casos, a partir del uso de datos en tiempo real de la ciudad.
Una mirada cinemática a los cielos de Barcelona y a su belleza; a los vientos que soplan constantemente; al mar, entendido como una extensión de la ciudad; y a los paisajes sonoros que a menudo pasan completamente desapercibidos.
La última instalación de Hipermirador Barcelona muestra los procesos metabólicos de la ciudad, entendida como un organismo que, a su vez, está compuesto de otros organismos. Un sistema de sistemas. Ritmos imagina las inhalaciones y exhalaciones de Barcelona como sus ritmos y flujos, tanto en el sentido literal como metafórico. La ciudad inhala oxígeno y exhala CO2, pero también inhala contenedores de transporte y exhala desechos, inhala energía y exhala contaminación…
A partir del big data de Barcelona, Ritmos muestra la ciudad como un ser lleno de vida. Como dispositivo, presenta una configuración única: una pantalla holográfica formada por tres pantallas superpuestas en el mismo eje. Esta composición permite jugar con los contenidos y con la profundidad, y así crear la sensación de estar mirando una holografía que flota en el espacio.
Sirena, la música de Hipermirador Barcelona, está concebida como una instalación adicional de data art. No es solo la música de fondo de las cuatro instalaciones de la sala. Se trata de una intervención artística concebida de manera holística para todo el espacio, a modo de quinta instalación. Sus creadores son Maria Arnal y John Talabot.
Esta pieza de música generativa se construye en respuesta al latido y la respiración diaria de Barcelona. Como en el caso de Atmósferas y de Ritmos, se alimenta de manera dinámica a partir del big data de Barcelona. Muta cada día en función de la velocidad del viento, de si hay lluvia o sol, de la temperatura del mar, de los niveles de PM10… Una banda sonora viva que cambia con los estados de la ciudad.
